“ La antigua, amena y saludable villa de Pozuelo de Alarcón está situada entre extensa llanura y un sombrío barranco; combátela toda clase de vientos, pero reinan con más frecuencia los del Este y Suroeste;
Es uno de los pueblos que disfrutan de más bello horizonte, despejado cielo y saludable clima. Se halla situada a unos siete kilómetros de la capital; es la primera estación de la vía Norte, teniendo el tren de litoral cantábrico el primer descanso en su veloz carrera.
Su situación topográfica es deliciosa, descendiendo hacia una agreste barrancada sombrada en sus riberas por frondosos y seculares álamos blancos y negros. Confina su término por el norte con la jurisdicción de Majadahonda, por el sur con las de Húmera y Alcorcón, por el Este con la de Aravaca y por el Oeste con la de Boadilla.
El panorama general que desde los cerros de los Perdigones y de los Gamos se contempla es tan vasto como arrobador, y en algunos puntos majestuoso y severo. En los días alegres de primavera, estío y parte del otoño, la vista se extasía y el ánimo se embelesa en la contemplación de aquellos amplios , feraces y variados paisajes.
Hacía el Norte encontramos el salutífero monte de LA ESCORZONERA, así llamado por la planta de este nombre que en él se cría y más hacia la sierra, el de Remisa, por el que atraviesa el ferrocarril, en donde hay un apeadero.
En la parte baja de Pozuelo de Alarcón se ve un manso arroyo que desde el viñedo hasta las huertas, corre silencioso, recogiendo a su paso por el pueblo el sobrante de las fábricas de curtidos y de la POZA, y regando un hermoso valle, cuyas alamedas son el solaz de los melancólicos madrileños…..”
( Biblioteca de la provincia de Madrid, crónica general de sus pueblos. Don ACACIO CACERES Y PRAT. 1891)