Fiestas Patronales

F. PATRONALES 003La Asociación contribuye a estas fiestas con una ofrenda floral a la Virgen de la Consolación en la Misa Mayor, una presencia representativa en la fiesta de los toros donde las mujeres acuden con mantones de manila o mantones y flores en el pelo.

Pozuelo – Estación celebra sus fiestas el 16 de Julio, en honor a la Virgen del Carmen. Desde el siglo XIX, nuestro pueblo cuenta con Estación ferroviaria y gracias a ella muy pronto se establecieron en sus alrededores caserones y villas de veraneo donde la pequeña nobleza y la pujante burguesía madrileña pasaban los meses estivales entre los pinares y olmedas que se extendían desde las vías del tren hasta el pueblo de Pozuelo. Aquí encontrarían el sosiego del campo y el frescor que ya en aquel tiempo había perdido la capital.

Estos veraneantes pronto se acomodaron y formaron un pequeño barrio señorial y elegante, con una capilla propia y, por supuesto, unas fiestas de renombre. Eligieron la Virgen del Carmen como patrona por celebrarse su festividad en fechas en las que ya todos los veraneantes se encontraban asentados en sus fincas y hotelitos. Hoy en día la fiesta se sigue celebrando con igual pujanza. En ubicación idéntica entre los viejos olmos y el pinar cercano a la estación, se concentran los feriantes y se disfruta del baile popular. Igualmente siguen celebrándose los fuegos artificiales, la procesión de la Virgen y su novena.

Por otra parte, Pozuelo – Pueblo celebra sus fiestas dos meses después, cuando el verano da sus últimos coletazos, concretamente el primer domingo de Septiembre. La Virgen de la Consolación es su patrona y alcaldesa y en su honor se pone Pozuelo engalanado y alegre. Actualmente esta imagen tan querida tiene capilla en la Parroquia de la Asunción de Nuestra señora, pero hasta finales del XIX se alojó en la ermita de la Concepción, cuya existencia ya se comentaba en las respuestas de los lugareños a las Relaciones de Felipe II (1575) y que subsistió aunque muy deteriorada hasta 1936 en el solar que hoy ocupa el colegio público Divino Maestro.

Lo cierto es que las fiestas de Pozuelo gozaron desde siempre de gran renombre, lo que testimonia el dicho de que :

“ Viene septiembre después,

con sus históricas ferias

Y sus fiestas de Pozuelo,

Carabanchel y Vallecas”

Otro de los dichos tradicionales nos resume el contenido de estas populares fiestas:

“ El sábado es la pólvora

y el domingo la función (procesión),

lunes y martes los toros

de Pozuelo de Alarcón”.

Como dice esta coplilla, las fiestas comenzaban con pregón y fuegos artificiales, actos que aún se conservan. Sin lugar a dudas las fiestas de Pozuelo tuvieron como momento culminante desde siempre la procesión del Domingo grande. La Virgen de la Consolación sale desde la iglesia parroquial engalanada de flores. Es un momento emotivo, de gran arraigo popular y de profundo sentimiento religioso. Son muchos los pozueleros y pozueleras que se implican en la procesión de su patrona, bien participando en alguna de las dos bandas de música ( La Ynseparable, La Lira y La Unión Musical ), como damas de honor luciendo la mantilla española, engalanando el recorrido con mantones y colchas dispuestos en los balcones, o bien velando por la organización y promoviendo la continuidad en el seno de la Congregación de la Virgen de la Consolación.

El recorrido resulta desde su inicio dificultoso por ser la imagen de gran tamaño, lo cual exige a los anderos atravesar y volver a la capilla con enorme esfuerzo, además de realizar un recorrido con grandes bajadas y cuestas que prueban su sacrificio y fortaleza. Es sin duda el acto religioso de más arraigo y participación popular de Pozuelo de Alarcón, y pasa por ser una de las procesiones patronales más importantes de los alrededores de Madrid.

El lunes comienza una semana de encierros. Hasta pocos años después de la guerra civil, los encierros se iniciaban con caballos en las afueras del pueblo donde pastaban los toros traídos para la ocasión. Mozos, caballos y toros discurrían entre las calles de San Roque y Ramón Jimenez hasta llegar a la actual plaza de la Coronación, centro neurálgico donde se encontraba el ayuntamiento, la cárcel, un célebre pilón de agua y donde se celebraba el mercado semanal.

En esta plaza se construía desde mediados de Agosto una rudimentaria pero muy bella plaza de toros a base de tablones, con dos alturas, una para graderío y otra, la más baja, para barras donde se servían churros, vinos y todo tipo de viandas. Esta plaza dejó de construirse a pesar de las protestas vecinales a mediados de los años ochenta por considerarse que la frágil construcción no contaba con las necesarias medidas de seguridad. Desde entonces se instala una plaza semifija en el Camino de las Huertas, y el encierro discurre por la calle Doctor Cornago; pero son muchos los pozueleros que añoran el arriesgado encierro y el ambiente de la rudimentaria plaza antigua.

Tal y como dicta la tradición, en Pozuelo se torean por las tardes toros y novillos. Son muchas las figuras taurinas que a lo largo de los años han triunfado en Pozuelo y como antaño, los miembros de la Asociación Cultural La Poza, asisten a los festejos, ataviadas las mujeres con el tradicional mantón de Manila y la flor en el pelo. Es ésta la contribución que hacemos a la ambientación y mantenimiento de la fiesta que por otro lado siempre ha tenido gran arraigo en la localidad. A lo largo de la semana de Navidad, la Asociación Cultural La Poza organiza su cena anual, en el transcurso de la cual se entrega el ya reconocido premio al “Pozuelero del año”. Se trata de un sencillo homenaje público a personas que han contribuido a preservar la memoria, la cultura y las tradiciones en Pozuelo, principales objetivos de nuestra Asociación, además de servir vivamente al desarrollo social y medioambiental de la localidad.

También es ya costumbre que un miembro de la Asociación Cultural La Poza haga entrega durante la Misa mayor el Domingo de Fiesta de una Ofrenda floral a la Virgen de la Consolación, en señal de respeto y devoción.

Por último, desde hace más de tres años, algunas asociaciones y peñas de Pozuelo, celebran como colofón de fiestas el Sábado último, antes de medianoche, un emotivo “Pobre de mí”, que ha cobrado gran pujanza y participación. Tras una traca en la plaza del Padre Vallet, los pozueleros y pozueleras se dirigen a los jardincillos posteriores a la Parroquia de La Asunción de Nuestra Señora, donde se ubica una reproducción de la Patrona en azulejo. Allí, mientras se toca el tradicional “pobre de mí”, las gentes van depositando velas a los pies de la imagen hasta formarse un mar de pequeñas luces. Con la última de las velas se gritan vivas y se dan por concluidas por ese año las fiestas de la localidad, entre la alegría y la nostalgia.

Estas fiestas son unas de las más completas de la Comunidad de Madrid, pues a la celebración religiosa que comienza nueve días antes con la novena a la Virgen y sigue con la Salve solemne y la Procesión, se continúa con los aspectos lúdicos, encierros, toros, bailes, representaciones, etc., así hasta completar una serie de actividades y festejos que complacen a la mayoría de los habitantes de Pozuelo.

En el año 2001 las fiestas fueron modificadas  y la Asociación ha expresado su opinión en un artículo escrito en el periódico La Voz de Pozuelo..

ver álbum