In Memoriam Esperanza Morón

Este 24 de noviembre Pozuelo entero se vistió de luto.

Esperanza Morón nos dejaba. Era un mujer dulce y comprometida, con un enorme carácter luchador. Era una amiga increíble, una compañera inigualable, una mujer cálida y desvelada por todos los que tuvimos el honor de conocerla.  Esperanza era  tenaz como ninguna. Sabía abrirse camino,  apoyando su ascenso solamente en el báculo del conocimiento, del aprendizaje, del estudio, del querer saber. Y a eso se dedicó siempre. Siempre quiso conocer y se esforzó para que otros también conocieran. Esperanza era una maestra en horario continúo, capaz de sacar lo mejor de sus alumnos, de descubrirles sus talentos mostrando una infinita paciencia. Durante toda su vida, nos enseñó con su propio ejemplo,  con su arrojo, con esa mirada despierta que imponía respeto y a la vez ternura. Muchos la conocimos en esa faceta,  pero también,  en otras muchas que demostraban una personalidad que abarcaba todo cuanto se la ponía por delante.

La Asociación La Poza fue siempre su creación más personal. Para este lugar común nacido para defender la Historia y las tradiciones de Pozuelo dedicó gran parte de su vida. Dio todo por La Poza, la engendró, la acunó, la defendió contra viento y marea, la dotó de un referente que hoy llora con su partida. Porque Esperanza Morón si algo fue, fue una luz poderosa para todos los que pudimos conocerla. Tuvo siempre las ideas muy claras, siempre tenía bien fijo su horizonte y brindaba a todos los que se acercaban a ella los mejores consejos. Muchos y muchas somos conscientes de que somos lo que somos porque ella nos marcó el horizonte a seguir. Nos descubrió con el brillo de su incansable capacidad de trabajo como debíamos amar este lugar donde nacimos y vivimos, este mundo que ella se empeñó en conocer, esa profesión de maestra y de historiadora que dignificó con su ejemplo. A pesar de los obstáculos, de los prejuicios de la época que te tocó vivir, de las trabas de una vida laboral exigente, sacaste adelante un doctorado, fundaste una Asociación cultural, creaste un hogar junto a Emilio, redescubriste a un pueblo su historia perdida, escribiste libros, cientos de artículos, viajaste por medio mundo, nos colmaste el alma con tu sabiduría y nos llenaste  la existencia con todo tu cariño. Nada quedó en el tintero.

Viajera del tiempo y del espacio, valiente mujer en búsqueda permanente de todo lo que la memoria parece olvidar. ¿ Qué haremos sin ti ahora? ¿ Cómo rellenar este vacío que nos has dejado?

Sabemos que no quisiste hacernos daño mostrando tu enfermedad. Sabemos también que no querías darnos ese disgusto. ¡Nos  hubiera gustando tanto decirte lo mucho que has significado para nosotros! ¡También lo mucho que has dejado de ti a este nuestro Pozuelo y a todas las personas que de un modo u otro, nos encontramos en algún momento contigo!. Sabemos que como profesora te gustaría ver los logros de tu esfuerzo en el devenir de quienes aprendimos de ti, en la la asociación  que cuidaste con tanto empeño, en las calles y en los lugares de este pueblo donde te construistes como persona y que amaste con locura. Sabemos también que como Historiadora y Cronista de Pozuelo, disfrutarias viendo como el paso del tiempo no va a olvidarte, que dejas un trabajo ingente de investigación y recuperación de nuestra memoria.  Sabemos que como compañera de vida, nos has dejado una huella tan profunda que es una herida que va a supurar demasiado tiempo, que nos va a doler cada minuto de nuestra existencia.

Esperanza, ahora que toca despedirse de ti, de recordarte para siempre como acto de rebeldía contra ese paso del tiempo contra el que batallaste,  tienes que saber, que nos fallan las fuerzas. Pozuelo y los que nacimos en este territorio que tú nos descubriste, nos sentimos huérfanos. Solamente, nos queda llorar por la eternidad tu partida pero también alegranos de que no habrá más sufrimiento y que puedes descansar tranquila. Aquí dejas muchas letras sueltas y muchos legajos rotos  para que podamos recomponer con palabras y con recuerdos lo que el corazón es incapaz hoy  de decir. ¡ Gracias Esperanza por esa vida preciosa que nos has regalado, por esa mirada que unió cualquier tiempo y edad, por una amistad sincera que demostraste mil veces!

Te echaremos siempre de menos. Esperanza Morón, nos vas a faltar siempre. En cada tradición de Pozuelo, en cada rincón de un aula, en las llamadas cómplices, en todos los momentos de una vida,  que será seguro más pobre sin tu presencia. Descansa en paz, amiga, maestra, mujer integra, inteligente y hermosa. No te vamos a olvidar nunca.

In memoriam.

Esperanza Morón (12 de marzo 1949 · 24 de Noviembre 2025)