La Romería de San Gregorio es una de las actividades más vinculadas a las fiestas en honor al patrón de Humera. Los amigos de la asociación cultural la poza recuperaron la tradición que pozueleros, como Timoteo Montes, Félix Granizo o Quintina Martín, siguieron durante décadas cada mes de mayo. Con parada en la cruz de la atalaya para alcanzar después la pradera y compartir con la familia vino, refrescos y tortilla de patata. La de este año ha sido muy especial. Los romeros, además de coincidir en la plaza del padre Vallet con los hermanos de san isidro y sus músicos, han estado acompañados por el grupo folklórico tinajas y el ingeniero de caminos José Luis Zubieta. Gracias a sus investigaciones y colaboración ha sido posible la colocación de un hito topográfico entre pozuelo de Alarcón y Húmera.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Las de la romería de San Gregorio, organizada por la asociación cultural la poza y en la que por primera vez ha participado un grupo de músicos de folklore, ha dejado muchas fotografías para la historia. La mayoría de las que acompañan esta crónica las firma Manolo Martín.
Ahora con la modernidad y los puentes las distancias se acortan y no se tarda mucho en llegar al Parque Forestal Cruz de la Atalaya. Además, subiendo por la avenida de europa, apenas hay desniveles y el tiempo acompañaba.
La torre de Santa María de Caná apuntaba a un cielo despejado, salpicado por alguna nube, cuando los músicos del grupo tinajas sorprendieron a los vecinos que paseaban por los alrededores del templo. Y cerca del monumento más antiguo de Pozuelo de Alarcón, la cruz de la atalaya, a los romeros con su coplilla de San Gregorio.
En ese lugar, la asociación cultural la poza, en colaboración con el ayuntamiento, ha colocado un hito. Justo en el punto donde se cruzaba el camino antiguo de pozuelo a húmera con la línea divisora entre los dos municipios antes de la anexión de húmera en 1880. Lo explica una placa situada sobre el hito.
Durante todo el recorrido la luz guiaba nuestros pasos hasta la parroquia de santa maría magdalena donde los más jóvenes de la poza realizaron una ofrenda floral al patrón de húmera.
Después nos fuimos al parque de la entrada del barrio y comenzó el reparto de bocadillos de tortilla y sangría.
Las jotas y una mágica luz de atardecer nos despidieron… ¡hasta el año que viene!